En el tercer día de juicio, el forense reveló que Carla Pereira fue abusada sexualmente
Ricardo Torres fue contundente en su relato: la joven presentaba desgarros “anal y vaginal”, que solo se pueden generar cuando "no hay “consentimiento". Descartó que las heridas y hematomas que presentaba se haya provocado la misma víctima.
Por Antonella Camargo
Este viernes se desarrolló la tercera audiencia del juicio contra Nahir Nazareno Pérez. Está acusado de “homicidio doblemente calificado, agravado por el vínculo y por mediar violencia de género”. A lo largo de la mañana pasaron todos los testigos y el jueves se conocerá el veredicto.
Declararon ante los jueces Hugo Saá Petrino, Gustavo Miranda Folch y Fernando De Viana, 10 personas; entre ellos profesionales del Poder Judicial, personal de la escuela a la que asistía Pérez, su ex novia y amigas de Pereira.
La sala de la Cámara Penal N°2 estuvo casi repleta por la presencia de familiares y allegados de Pereira y del imputado.
El relato más crudo fue el del médico forense, quien tuvo participación en el caso dos veces. La primera cuando Carla Pereira estaba en terapia intensiva en el Hospital de San Luis; luego fue quien realizó la necropsia.
Torres recordó que el 27 de junio de 2017 intervino por pedido de la jueza de Familia N°2, Viviana Oste cuando la víctima estaba en coma farmacológico. Al recordar la revisión reveló durante la audiencia los detalles más escalofriantes. La madre y las hermanas de Carla lloraron sin consuelo todo el tiempo que duró su declaración.
Contó que presentaba “múltiples hematomas de diversos tamaños en distintas partes del cuerpo, siendo los más importantes en la región torácica y abdominal”.
“En ambos muslos y glúteos tenía hematomas producidos por presión con dedos de ambas manos. Hematomas en las caras laterales del cuello, como improntas de intención de ahorcamiento a presión. En el rostro presenta fascia de tipo mapache (por la similitud al animal). Una hemorragia conjuntival y gran inflamación. Una desviación del tabique nasal por secuela de fractura de los huesos propios de la pirámide nasal”, detalló Torres.
Los estudios comprobaron que la joven padecía un “hematoma subdural en la región fronto parietal izquierda con gran edema cerebral y desviación de la línea media”.
En la revisión a “nivel genital”, Torres comprobó que presentaba un “hematoma con desgarro y sangrado producido por la introducción de un elemento romo, símil pene de adulto, sin consentimiento”. Y expuso que “lo mismo exhibía en la zona anal”.
El forense argumentó que el desgarro en el área anal solo puede producirse cuando "no hay consentimiento”.
Por otra parte, manifestó que en el cráneo mostraba una hemorragia en ambos senos maxilares. Estos son “generalmente de gran tamaño y debe contener aire, pero estaban colmados de sangre”.
También dijo que la mujer presentaba un cuadro de “contusión pulmonar bilateral”, que pudo producirse por “traumatismos cerrados de tórax, (por golpes o un aplastamiento)”.
Esta lesión, según consideró, pudo ser producida por un “golpe de puño certero” donde “el agresor tiene cierta condición para hacerlo”. Respecto a la fractura de tabique dijo que fue provocada por “alguien que sabe o practica artes marciales”.
Explicó que mientras Carla estaba internada, la mayor preocupación era el padecimiento de “una enfermedad bastante severa” denominada “pancitopenia” que significaba la disminución de glóbulos blancos, rojos y plaquetas. “No se podía detener la baja de todos”, agregó.
“Todos estos hematomas tenían una distinta evolución. De acuerdo al colorido que presentaba hay algunos con un avance de más de 15 días”, transmitió.
Remarcó la “imposibilidad” de que estos daños fueran provocados por ella misma. Y consideró que si hubiera permanecido internada cuando asistió inmediatamente después de la golpiza “se hubiera podido prevenir, pero con muy baja probabilidad de haberse resuelto de otra manera”.
Sostuvo que de igual manera tendría que haber sido trasladada a San Luis porque el nosocomio de La Toma no cuenta con la aparatología necesaria.
La causa de muerte
Tras la muerte, Torres describió los diversos hematomas que la mujer tenía en diferentes partes del cuerpo, escoriaciones, contusiones, hemorragias, desgarros y hasta daños en los riñones.
La causal del deceso fue un “traumatismo cráneo encefálico con edema cerebral y hemorragia intraparenquimatosa grave”.
El acusado en el ámbito educativo
También testificaron ante el Tribunal, la directora de la Escuela “Manuel Belgrano” de La Toma, María Teresa Palacios; y los docentes Valentina Quiroga y Braulio Garraza. Pérez asistía a ese establecimiento desde el 2012.
Palacios recordó que en el 2016, el adolescente ingresó en la “educación para jóvenes” destinado a alumnos con “riesgo pedagógico”, que se da cuando “el conocimiento es insuficiente para poder alcanzar sus objetivos”.
Sostuvo que el desempeño académico era “medio” y en el año siguiente “se notó una baja en el rendimiento”, pero aclaró que nunca tuvo “problemas de conducta”.
Quiroga fue su profesora en el 2016. Planteó un rendimiento “regular” y dijo no recordarlo mucho debido a que “faltaba” o “llegaba tarde porque trabajaba”.
Garraza mencionó que en el 2017 el comportamiento era “normal”, hubo una baja en el desarrollo académico por “evaluaciones bajas o por el incumplimiento de trabajos prácticos”.
Oscar Valdeón Castro es un profesor de Educación Física que tiene un gimnasio en La Toma. Relató que Pérez asistió a una clase de prueba de kick-boxing. Explicó que la disciplina es “un deporte de contacto donde se combina el boxeo y la parte de piernas”.
Valdeón Castro mencionó que advertía en el acusado a “una persona agresiva”. Recordó que le llamó la atención e intentó “corregirlo”, pero “se retiró de la clase y no avisó”.
Por otra parte, declaró la ex novia del imputado, Priscila Olivares. Contó que mantuvieron una relación durante un año aproximadamente, cuando ella tenía 15 años y él 14.
“Cuando estaba conmigo estaba con ella (Carla) también”, explicó al hacer referencia al motivo por el que se separaron.
“Carla se alejó de todos”
Entre las últimas testimoniales estuvieron las de dos amigas de la víctima, Paula Vilela y María del Valle Farías. La primera explicó que hacía mucho no la veía debido a que vive en San Luis y contó que se enteró de la relación con Pérez cuando Pereira fue a visitarla junto a él.
En cambio, Farías indicó diferentes casos de violencia que le transmitió Pereira. Uno de ellos fue luego de una pelea cuando el acusado “la llevó a un basural” y amenazó con soltarle dos perros.
A su vez recordó un día en que Pereira tenía un pañuelo en su cuello y le consultó porqué. La mujer le dijo que su pareja la había tomado del cuello y “pegado una cachetada”.
Farías aseguró que después habló a Pérez por la situación y este lo negó y adjudicó la marca a “chupones”.
Entre lágrimas, la amiga contó que fue la última persona en ver a Carla antes de su muerte. Previo le habría relatado la golpiza que le propinó el imputado y remarcó que “la quería matar”.
Dio a conocer que luego de la agresión le envió un mensaje diciendo que lo “había metido en problemas”.
Contó que desde que comenzó la relación con Pérez, en octubre del 2016 “Carla se alejó de todos, ya no tenía celular y no usaba las redes sociales”.
“No tiene patología que le impida comprender o distinguir sus acciones”
Otro testigo fue el médico psiquiatra del Cuerpo Forense del Poder Judicial, Franco Mastronardi, quien le realizó una pericia psicológica a Pérez en julio del 2017, cuando estaba alojado en la Comisaría del Menor.
En su informe mencionó que se mostraba “muy nervioso” y estaba “apurado por salir en libertad porque negaba ser el autor del hecho”.
Mastronardi manifestó que el acusado hizo referencia a que la golpiza podría haber sido originada por la ex pareja de Pereira, Emanuel Garro.
Señaló que el adolescente no tenía antecedentes delictivos, de consumo de estupefacientes o psicológicos.
A su vez subrayó que “no tiene patología que le impida comprender o distinguir sus acciones”.
También testificó un odontólogo, Diego Pérez, quien visitó a Carla por el sangrado que presentaba horas más tardes de la agresión. Indicó que no era normal el fluido, pero no le recetó algún medicamento.
Pasado el mediodía finalizó la tercera audiencia y el periodo de declaraciones. El debate se reanudará el jueves a las 9:30, cuando se harán los alegatos y se conocerá el veredicto del Tribunal sobre la responsabilidad penal.